domingo, 12 de enero de 2014

HOMENAJE A FRANCISCO FERNANDO BENITEZ HENRIQUEZ





Francisco Fernando Benítez Henríquez nace en Moya el 25 de Mayo de 1967.

Nacido en el seno de una familia humilde, vive desde sus primeros años la tradición del Belén con

gran intensidad, ya que el Belén representaba el eje principal dentro de las sencillas y entrañables

navidades. Sus padres y sus tres hermanos vivían en una casa pequeña, pero el amor de su

madre por el Nacimiento, hacía reorganizar la casa por unas semanas, para dedicar una

habitación entera para el Belen familiar.


Desde muy niño su madre lo llevaba al Belén de San Telmo en donde daba vueltas y vueltas sin

parar quedando prendado de lo que se abría ante sus ojos. También recuerda con alegría las

veces que le llevaban a comprar las figuras y las casas de cartón al bazar Peregrina, y luego ya

de regreso, no podía evitar en sacarlo todo en la misma guagua para empezar a imaginar como

sería su Belén. Daba igual las estrecheces y la incomodidad, pero todos entendían y sentían que

su Belén era lo más importante de aquellos días.

Fernando en sus primeros años sólo ayudaba, acompañaba a sus hermanos al Bosque de los

Tilos a coger musgo y helechos, pero en pocos años ya se encargaba de organizarlo todo.

En aquellos años como pueden contar casi todos los belenistas, el Belén era un

rosario de vecinos que acudían a diario a visitar el Belén y a intercambiar truchas y

recetas con la madre de Fernando , momentos que ayudaron a convertir esos días

en inolvidables y a afianzar esta tradición para siempre. El pintor Felo Monzón, fue

muchos años vecino de sus padres , y al ver la inquietud de aquel chiquillo, y las

cosas que era capaz de hacer, le aventuró a su madre lo que llegaría a ser con el

tiempo, llegando a regalar un libro de sus pinturas en donde decía : para Fernando

Benítez , futuro artista de Moya.


Este Belén se quedó pequeño, por lo que pasó muy pronto a las dependencias

municipales en donde Fernando empezó a demostrar la intensidad de su pasión

por el Belén. De eso hace casi treinta años, pero muchos de los que seguían

aquellos primeros belenes aún los recuerdan como nacimientos llenos de magia,

en los que a través de una gruta de papel pintado se accedía a un escenario lleno

de misterio y frescura propios de la juventud y del amor por llegada del nacimiento.
En estos años ,sus belenes contaron con gran fama, por lo que llegaban muchas

guaguas de excursionistas de todos los pueblos para verlos y comprar los famosos

bizcochos de Moya. Junto con Soraya su mujer, y novia en aquel entonces

empezó su gran aventura, pues no había sitio ni vacaciones donde fueran, en

donde no terminaran buscando artesanos y lugares relacionados con el mundo

grandioso del Belén. Pronto llegó la invitación del ayuntamiento de Las Palmas ofreciendo

a Fernando las dependencias del Castillo de la Luz para instalar allí el Belén con

motivo de la restauración del mismo. Al final no se llegó a tiempo con las obras en

el Castillo, por lo que en último momento se decide instalar el Nacimiento en el

Hiperdino de Miller bajo en aquel mes de Diciembre de 1993. El éxito de aquel

Belén fue algo sin precedentes, por lo que debido a la gran cantidad de visitantes,

hubo que acondicionar y remodelar el Belén para facilitar la entrada y salida de

los que venían a verlo. A raíz de ese año, el Belén Canario de Miller se convirtió en

un Belén muy querido y esperado por los grancanarios, convirtiéndose con los

años en el Belén que abre la Navidad en Gran Canaria. El Belén fue creciendo en

espacio,figuras en movimiento ,así como perfeccionando y depurando el carácter

canario de su personalidad. Durante dos décadas este Belen ha representado la

historia y tradiciones de los municipios grancanarios, así como de cada una de las

siete islas, contándola a través de curiosas y originales escenas que acercan al

visitante a nuestra singular cultura. A la par del Belén de Miller fue naciendo el

Belén Hebreo de Las Arenas, el cual si bien ofreciendo escenógrafas bien

diferentes a las acostumbradas el su Belén canario, logró captar el ínterés del

publico gracias a las escenas bíblicas ambientadas en las santas ciudades de la

cristiandad. Mas tarde se haría cargo de Belenes tan entrañables como el de San

Telmo con su peculiar trazado circular, el de la Casa de la Cultura de

Tamaraceite,y el de las Casas Consistoriales de Las Palmas de Gran

Canaria.


También dejó muestras de quehacer belenístico en la isla de Fuerteventura,

concretamente para el Ayuntamiento de Pájara .Mención destacada merece el
monumental Belén del parque Juan Pablo II, en donde por encargo del ayunt. de

Las Palmas, se instaló un grandioso Belén que atesoraba una cuidada

representación de la Plaza de Santa Ana y de la Catedral, haciendo una

semblanza de la sociedad canaria de los siglos XVIII y XIX. Mas tarde vinieron

otros belenes monumentales como el de la estación de Jet Foil, centro de ocio de

Puerto Rico, Casa de la Cultura de Teror, Centro comercial Meridiano en Santa

Cruz de Tenerife, Belén de la Casa Palacio del Cabildo Insular, Belén del Centro Comercial

Atlántico de Vecindario, etc.


También merecen mención especial los Belenes del Parlamento de Canarias, los

cuales en todas sus ediciones han supuesto récords de visitantes, como el último

dedicado a Fuerteventura que superó los setenta y cinco mil visitantes.

En su caso no se cumple el refrán de " en casa de herrero cuchara de palo", pues

sigue poniendo junto a su mujer y sus hijos más de un Belén con la misma ilusión

de aquella no tan ya cercana infancia.

Por el Amor que Fernando a puesto en sus belenes a lo largo de los años y para que siga con
este mismo afán La Asociación de Belenistas Canarios “San Juan de Dios” le reconoce su labor
tan necesaria en este nuestro mundo del Belén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario