Francisco
Fernando Benítez Henríquez nace en Moya el 25 de Mayo de 1967.
Nacido en el seno de una familia
humilde, vive desde sus primeros años la tradición del Belén con
gran intensidad, ya que el Belén
representaba el eje principal dentro de las sencillas y entrañables
navidades. Sus padres y sus tres
hermanos vivían en una casa pequeña, pero el amor de su
madre por el Nacimiento, hacía
reorganizar la casa por unas semanas, para dedicar una
habitación entera para el Belen
familiar.
Desde muy niño su madre lo llevaba
al Belén de San Telmo en donde daba vueltas y vueltas sin
parar quedando prendado de lo que se
abría ante sus ojos. También recuerda con alegría las
veces que le llevaban a comprar
las figuras y las casas de cartón al bazar Peregrina, y luego ya
de regreso, no podía evitar en
sacarlo todo en la misma guagua para empezar a imaginar como
sería su Belén. Daba igual las
estrecheces y la incomodidad, pero todos entendían y sentían que
su Belén era lo más importante de
aquellos días.
Fernando en sus primeros años sólo
ayudaba, acompañaba a sus hermanos al Bosque de los
Tilos a coger musgo y helechos,
pero en pocos años ya se encargaba de organizarlo todo.
En aquellos años como pueden
contar casi todos los belenistas, el Belén era un
rosario de vecinos que acudían a
diario a visitar el Belén y a intercambiar truchas y
recetas con la madre de Fernando ,
momentos que ayudaron a convertir esos días
en inolvidables y a afianzar esta
tradición para siempre. El pintor Felo Monzón, fue
muchos años vecino de sus padres ,
y al ver la inquietud de aquel chiquillo, y las
cosas que era capaz de hacer, le
aventuró a su madre lo que llegaría a ser con el
tiempo, llegando a regalar un
libro de sus pinturas en donde decía : para Fernando
Benítez , futuro artista de Moya.
Este Belén se quedó pequeño, por
lo que pasó muy pronto a las dependencias
municipales en donde Fernando
empezó a demostrar la intensidad de su pasión
por el Belén. De eso hace casi
treinta años, pero muchos de los que seguían
aquellos primeros belenes aún los
recuerdan como nacimientos llenos de magia,
en los que a través de una gruta
de papel pintado se accedía a un escenario lleno
de misterio y frescura propios de
la juventud y del amor por llegada del nacimiento.
En estos años ,sus belenes
contaron con gran fama, por lo que llegaban muchas
guaguas de excursionistas de todos
los pueblos para verlos y comprar los famosos
bizcochos de Moya. Junto con
Soraya su mujer, y novia en aquel entonces
empezó su gran aventura, pues no
había sitio ni vacaciones donde fueran, en
donde no terminaran buscando artesanos
y lugares relacionados con el mundo
grandioso del Belén. Pronto llegó
la invitación del ayuntamiento de Las Palmas ofreciendo
a Fernando las dependencias del
Castillo de la Luz para instalar allí el Belén con
motivo de la restauración del
mismo. Al final no se llegó a tiempo con las obras en
el Castillo, por lo que en último
momento se decide instalar el Nacimiento en el
Hiperdino de Miller bajo en aquel
mes de Diciembre de 1993. El éxito de aquel
Belén fue algo sin precedentes,
por lo que debido a la gran cantidad de visitantes,
hubo que acondicionar y remodelar
el Belén para facilitar la entrada y salida de
los que venían a verlo. A raíz de
ese año, el Belén Canario de Miller se convirtió en
un Belén muy querido y esperado
por los grancanarios, convirtiéndose con los
años en el Belén que abre la
Navidad en Gran Canaria. El Belén fue creciendo en
espacio,figuras en movimiento ,así
como perfeccionando y depurando el carácter
canario de su personalidad.
Durante dos décadas este Belen ha representado la
historia y tradiciones de los
municipios grancanarios, así como de cada una de las
siete islas, contándola a través
de curiosas y originales escenas que acercan al
visitante a nuestra singular
cultura. A la par del Belén de Miller fue naciendo el
Belén Hebreo de Las Arenas, el
cual si bien ofreciendo escenógrafas bien
diferentes a las acostumbradas el
su Belén canario, logró captar el ínterés del
publico gracias a las escenas
bíblicas ambientadas en las santas ciudades de la
cristiandad. Mas tarde se haría
cargo de Belenes tan entrañables como el de San
Telmo con su peculiar trazado
circular, el de la Casa de la Cultura de
Tamaraceite,y el de las Casas
Consistoriales de Las Palmas de Gran
Canaria.
También dejó muestras de
quehacer belenístico en la isla de Fuerteventura,
concretamente para el Ayuntamiento
de Pájara .Mención destacada merece el
monumental Belén del parque Juan
Pablo II, en donde por encargo del ayunt. de
Las Palmas, se instaló un
grandioso Belén que atesoraba una cuidada
representación de la Plaza de
Santa Ana y de la Catedral, haciendo una
semblanza de la sociedad canaria
de los siglos XVIII y XIX. Mas tarde vinieron
otros belenes monumentales como el
de la estación de Jet Foil, centro de ocio de
Puerto Rico, Casa de la Cultura de
Teror, Centro comercial Meridiano en Santa
Cruz de Tenerife, Belén de la Casa
Palacio del Cabildo Insular, Belén del Centro Comercial
Atlántico de Vecindario, etc.
También merecen mención especial
los Belenes del Parlamento de Canarias, los
cuales en todas sus ediciones han
supuesto récords de visitantes, como el último
dedicado a Fuerteventura que
superó los setenta y cinco mil visitantes.
En su caso no se cumple el refrán
de " en casa de herrero cuchara de palo", pues
sigue poniendo junto a su mujer y
sus hijos más de un Belén con la misma ilusión
de aquella no tan ya cercana infancia.
Por el Amor que Fernando a puesto en sus belenes a lo
largo de los años y para que siga con
este mismo afán La Asociación de Belenistas Canarios
“San Juan de Dios” le reconoce su labor
tan necesaria en este nuestro mundo del Belén.
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